Este miércoles el Congreso de los Diputados ha aprobado la conocida como Ley del «solo sí es sí», una normativa que pretende reforzar la protección de las víctimas de agresiones sexuales y mejorar la respuesta de la justicia ante este tipo de delitos. La norma ha sido aprobada con una amplia mayoría, con 201 votos a favor, 3 en contra y 140 abstenciones.

Tal y como recoge El País, la Ley del «solo sí es sí» supone un cambio en el Código Penal y establece que el consentimiento sexual debe ser explícito, libre y voluntario. De este modo, se considerará que no hay consentimiento cuando se ejerza violencia, intimidación, amenaza o cualquier otro medio que anule la voluntad de la víctima. Además, se introducen en la norma nuevos delitos como el acoso sexual o la exhibición de imágenes de contenido sexual sin consentimiento.

La ley también contempla la necesidad de formar a los profesionales implicados en la atención y protección de las víctimas, tanto en el ámbito judicial como en el de la salud y el educativo. Asimismo, se prevé la creación de juzgados especializados en violencia sexual en las comunidades autónomas.

Esta normativa ha sido impulsada por el movimiento feminista y ha contado con el apoyo de gran parte de la sociedad civil y de los partidos políticos. Sin embargo, también ha generado críticas y controversia por parte de algunos sectores, que argumentan que la ley puede generar situaciones de indefensión y que puede criminalizar comportamientos que antes no se consideraban delictivos.

Entre las críticas más destacadas se encuentra la del Partido Popular, que ha argumentado que la ley no define con suficiente precisión lo que se entiende por consentimiento y que puede generar «inseguridad jurídica». Por su parte, algunos colectivos de abogados han advertido que la ley puede perjudicar a las personas que son objeto de denuncias falsas.

A pesar de estas críticas, la Ley del «solo sí es sí» ha sido bien acogida por gran parte de la sociedad y de los colectivos feministas, que la ven como un avance en la protección de los derechos de las mujeres y en la lucha contra la violencia sexual. La normativa supone un paso importante en la consecución de una sociedad más justa e igualitaria, en la que las mujeres puedan vivir libres de violencia y en la que el consentimiento sexual sea una cuestión clara y explícita.

Además, la ley establece un régimen sancionador en caso de incumplimiento de la obligación de obtener el consentimiento expreso de la otra persona para mantener una relación sexual. Las sanciones pueden variar desde multas económicas hasta penas de prisión, en función de la gravedad del delito.

La aprobación de la Ley del Solo Sí es Sí ha sido celebrada por diversos colectivos feministas y de defensa de los derechos de las mujeres, que la han calificado como un avance importante en la lucha contra la violencia sexual y de género. Sin embargo, algunos sectores han criticado la normativa por considerar que puede dar lugar a situaciones de ambigüedad y confusión en la interpretación del consentimiento sexual.

Por otro lado, esta ley también contempla medidas para garantizar la protección y asistencia a las víctimas de delitos sexuales, como la ampliación del plazo para la prescripción de los delitos sexuales, la prohibición de la práctica del «acoso callejero» y la inclusión de la educación afectivo-sexual en el sistema educativo.

La aprobación de la Ley del Solo Sí es Sí ha sido una victoria para el movimiento feminista español, que ha llevado a cabo numerosas movilizaciones y protestas para exigir una mayor protección y garantía de los derechos de las mujeres. Aunque esta ley no resuelve todos los problemas relacionados con la violencia sexual, representa un paso importante hacia la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, donde las mujeres puedan vivir sin temor a ser víctimas de la violencia de género y puedan disfrutar de una vida sexual plena y libre.